Emprendimientos productivos son una de las inversiones novedosas, disponibles en localizaciones a estrenar, tal la zona sur con sus nuevas residencias en barrios cerrados, que combinan vivienda con comercio, entretenimiento, locales de venta de productos de dispositivos de alta tecnología.
El sistema de emprendimientos productivos permite invertir en porcentajes en varios lotes o residencias e incluso en parte de clubes o tierras dedicadas a cultivos; la oferta, de la mano de inmobiliarias desarrolladoras que proveen, demás, de alternativas de financiamiento y opciones que permiten diversificar las inversiones.
La propuesta llega desde el interior del país, donde algunas provincias capitalizan y resguardan en valores el futuro de sus cosechas, del rendimiento de las tierras e incluso de futuros usos.
Es una forma de inversión que poco a poco ha ido penetrando el mercado como operatoria alternativa y ha respondido bien en garantías, sobre todo se han mantenido en situación estable.
Las operatorias se estiman en dólares, ya que algunos insumos, a diferencia de materiales de construcción, se importan, parte del efecto es la rentabilidad interesante y la posibilidad de incluir montos en porcentajes, lo que abre las puertas al pequeño inversor.
Olivares y vides son el principal cultivo en provincias como Mendoza o San Luis, valorizar sus productos desde la tierra, embotellamiento y etiquetado es una industria que no ha dejado de crecer, incluso en exportación, la vinatería argentina es famosa en todo el mundo, aunque compite con los colegas chilenos que intervienen en el mercado internacional fuertemente, por lo que ya hay un camino hecho en la experiencia con inversiones en parcelas de tierra cultivadas.
Las expectativas de lotes residenciales se combinan con locales de comercialización, dentro de barrios privados, moda que se viene replicando en casi todos los emprendimientos, a lo que se suma la posibilidad de invertir en tierras cultivadas.
La rentabilidad anual de este tipo de negocio ha demostrado ser competitiva respecto a otros valores; mientras los inmuebles mueven su ganancia entre el 3 y el 10 por ciento de su valor nominal anual, la inversión en tierras cultivadas deja un superior del 12 por ciento, nada mal, sobre todo por lo accesible.
Mientras invertir en tierras cultivadas no es solamente en el producto final, sino que se escrituran parcelas de tierra a nombre del inversor, tal como si fuera un lote, pero con una ganancia superior debido al retornos proveniente de la comercialización del cultivo, que no está sometido a leyes del mercado inmobiliario, sino a la economía coyuntural, el cual depende de factores ajenos a los sectores inmobiliarios, sino más bien a la cotización del producto, que en el caso de los vinos es rentable creciente, pues la calidad depende de la cosecha, del clima, que suele ser estable en las zonas donde se produce, razón por la cual es un producto que se exporta a Europa y Estados Unidos.
En este tipo de inversión se es dueño de la tierra, la parcela, y del producto sobre ella, la comercialización es realizada por los que se encargan del cultivo, por lo que el inversor no necesita tener ningún tipo de conocimiento específico, sólo es conocer los números de rentabilidad y condiciones de inversiones, las cuales se encargan las inmobiliarias.
Tampoco se descarta combinar la vivienda con las parcelas cultivadas, el turismo inmobiliario a este tipo de inversiones crece y se diversifica.
Este modelo de negocio inmobiliario ha comenzado siendo una propuesta de países Europeos y se ha comenzado a replicar en el mundo, el sistema de inversión inmobiliaria no presenta problemas, sólo en nuestro país, ya ha pasado en Estados Unidos inclusive, de manera que la comercialización de tierras cultivables no es una novedad en el mundo.
Es un negocio que, hasta el momento, supera en rentabilidad al de inmuebles, dólares e incluso acciones en bonos.
Son modelos de inversión que también entran dentro del formato de fideicomiso y es una alternativa ideal para pequeños inversores que vienen invirtiendo en dólares y con una expectativa interesante rentabilidad superior.
Cartón resistente, una idea de un diseñador chino que promete ingresar en el mercado de decoración de interiores, industria del mueble y otras opciones.
La burbuja inmobiliaria provoca efectos secundarios, cualquiera con una propiedad arma un sitio para atendión turística sin tener la menor idea de cómo se lleva adelante un servicio de hotel.
